No me duele tanto tu ausencia,
como tu falta de presencia.
La amargura de la ausencia de mi hermana,
se disfraza con sabores de los recuerdos.
Pero la no existencia de la tía Lulú,
me nubla los ojos cuando veo que esas dos criaturas
sólo tendrán un concepto abstracto de ti:
Una estrella en el cielo.
Lejana, intocable, inalcanzable.
Con siluetas hechas de historias que su madre les cuenta.
Adornada con anécdotas que escuchan de los demás.
Pero ni un solo trazo saldrá de su propia memoria.
Y allá lejos,
esa estrella derrama una lágrima porque no les puede robar una sonrisa.
Porque esos pequeños brazos no la pueden abrazar.
Porque simplemente tú ya no estás aquí.
Y ellos no estuvieron cuando tú fuiste tú.
Noviembre 18, 2008