20 años y no te he necesitado hasta ahora.
Te he recordado y extrañado en ocasiones, pero fui yo la primera que partió.
Cuando tú te fuiste, se sintió como si tú hubieras hecho lo mismo.
Irte al otro lado del mundo, lejos y con poca comunicación.
(en 20 años las cosas han cambiado mucho.)
Si bien, desde que partiste, nuestra comunicación ha sido unilateral,
también ha sido continua y regular.
Ahora te necesité, a ti, mi hermana.
No a mi pareja que es mi complemento, o a mis hijos que me dan vida y energía.
No a los consejos de mi mamá, ni alguna amiga que me escuchara.
Necesitaba a la única persona que puede comprender el miedo que siento.
La partida de mi papá, nuestro papá,
volvió evidente que esa roca, que siempre fue el sostén de nuestra familia,
se empieza a desmoronar.
La vi vulnerable y frágil.
No sola. Ya lleva mucho tiempo sola.
Su fortaleza siempre la ha llevado adelante,
y a pesar del yugo al que estaba sujeta,
ella siempre ha sido independiente y social.
No nos ha necesitado.
Ni ti, ni a mí.
Hasta ahora, que mi papá le chupó,
casi por completo, todas sus fuerzas.
He llorado, me he sentido sola.
Te he buscado, me he sentido frágil.
He ido al bosque y abrazado un árbol.
Me he sentido ridícula de hacerlo.
Hablo con ella, con nuestra mamá.
Pretendo que estoy bien.
Ella, me hace sentir que todo va bien.
Que sólo necesitaba un descanso.
Que sigue siendo independiente,
porque es ella la que sigue solucionando su vida.
Cada vez con más ayuda,
pero es ella, la que busca esa ayuda,
y ha conseguido una excelente ayuda.
Voy de nuevo al bosque, al mismo árbol.
En la obscuridad para evitar que alguien me vea.
Lo vuelvo abrazar y hasta un beso le doy.
Aprieto más fuerte el abrazo y lo vuelvo a besar.
Dejo recargar mi cachete en su suave corteza y suspiro profundamente.
Lo suelto para dirigirme al lago.
Para sentarme a su orilla y llorar.
Ya no hay necesidad, me siento tranquila.
Mi vida pertenece aquí, en este país que amo.
La de mi mamá allá, en ese país que la protege con su gente.
Tú perteneces a donde quiera que estes, donde estás serena.
No, no importa que no estemos juntas,
estamos satisfechas con nosotras, con nuestra relación.
Con la vida y la continuación de la vida.
20 años, no nos han separado,
seguimos entretejidas en la malla del tiempo y el espacio.
/A las dos mujeres que quiero más en la vida
Noviembre 18, 2023